El sonido ensordecedor del tren saliendo de la estación. Los largos ratos de espera del turno de secretaria. La nostalgia y el cambio. La evolución hacia la locura. Es mi turno. A veces me resulta inevitable sentir rasgos detestables del ser humano. Pero no me voy a conformar con dejar fluir ese veneno. Cuando lo sientes, significa que el motivo o la persona no tienen que estar en tu vida. Ahora me toca a mí. Voy a mover ficha.