Un día más.
La ciudad no es más que un reflejo en un cristal.
No queda casi nada encendido, y hoy todos van de dos en dos.
Me siento tan sola en medio de la gente, como tantas otras veces.
Por nada, por todo.
A veces abro la boca demasiado grande para la poca comida que hay en el tenedor.
No queda casi nada encendido, y hoy todos van de dos en dos.
Me siento tan sola en medio de la gente, como tantas otras veces.
Por nada, por todo.
A veces abro la boca demasiado grande para la poca comida que hay en el tenedor.
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