Naranja

El cielo está naranja, como mis ojos.

Y es que a veces la adicción a la acción nos juega malas pasadas.

Es fácil vivir y si nos resulta difícil tan solo tenemos que buscar el lado, la parte. la milésima sensación positiva.

Porque a lo negativo ya estamos expuestos las 24 horas del día y no, yo no quiero más.

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